domingo, 11 de diciembre de 2022

¡Te han hecho un artículo, Carlitos!

 

Yo sabía que iba a pasar, vosotros sabíais que iba a pasar así que mejor empezar cuánto antes, ¿no?

Ya estamos en Diciembre otra vez, han pasado casi 12 meses desde que escribí los artículos de Cortar por la Línea de Puntos y Steven Universe y aquí estamos. Debo ser sincero, mi vida no ha cambiado mucho durante éste último 2022. Sigo viviendo en la misma casa, sigo trabajando en lo mismo que trabajaba antes (sin relación con mis estudios), ni he tenido ningún cambio sustancial en mis relaciones sociales. Casi se podría decir que éste año me lo he tomado de descanso, ¿o no es así?

Ha sido el año de la terapia, el año de la reflexión y el intento de autocuidado a uno mismo. He hecho avances como persona si tenemos en cuenta de que soy capaz de pensar más en mí mismo y tener más confianza en mi persona, cosa que antes me faltaba. Y todo eso sin perder quién soy. He escrito un manuscrito literario, una obra de teatro, he participado en cortos, he actuado en escenarios... Pero no he tenido éxito en llevar a alguna parte la gran mayoría de ellas porque cuando vuelvo a mi casa sigo exactamente en la misma posición que hace un año.

Sigo teniendo dificultades para relacionarme con la gente, sigo siendo algo tímido, con problemas para mirar a la gente directamente a los ojos. No soy lo que se diría un "hombre de verdad"; mi vestuario se basa en llevar encima muchos colorines, no paro de comer chocolate y no tengo intención de dejarlo, veo dibujos infantiles, cualquiera me podría ganar en una pelea, no me gustan las discusiones... Si pasamos esas aptitudes a un personaje ficticio no sería más que un recurso cómico de una serie cuya personalidad se basaría en ser un flacucho asustadizo al que todo le sale mal.

En los últimos años se busca la normalización de otro tipo de hombre, uno que no tenga que ser agresivo, ni el más fuerte, ni el más imponente para sentirse a gusto consigo mismo. Mientras tanto en la ficción, pese a los esfuerzos de nuestra generación, seguimos teniendo muchas producciones donde éste tipo de personajes se exponen como muestra de debilidad.

Morty es un chico débil por preocuparse, Rick es el listo porque todo le da igual.

El caso de Rick y Morty viene a huevo, ya que al comienzo de la serie Morty es un adolescente impresionable que por tener miedo y no querer hacer daño a los demás es empujado mediante a todas las locuras que ve en el espacio a parecerse más a su abuelo con el paso de los episodios. Claro que existen ejemplos positivos de masculinidad en la ficción animada, pero en su mayoría se encuentran en productos infantiles. Si lo pensamos en frío, la mayoría de productos infantiles hacen hincapié en la importancia de respetar a los demás mientras que en la animación adulta suelen pasárselo por el forro.

Se supone que como persona adulta tienes el criterio suficiente para determinar lo que es una sátira y lo que no, pero viendo el impacto que han causado en la realidad comportamientos vistos en el propio Rick o en South Park me hace dudar sobre si realmente hemos desarrollado el pensamiento crítico tal y como deberíamos. Una de las principales diferencias existentes entre el contenido infantil y el adulto es que el infantil suele contar con figuras pedagogas y educativas que revisan el contenido. Y vaya que si se nota. 

En series como Pepper Ann de finales de los 90 teníamos lecciones avanzadas a su época sobre diversos temas sociales. Por ejemplo, la apropiación cultural en un episodio donde se hablaba sobre el daño que podían hacer los estereotipos ofensivos que aprendíamos a través de la cultura popular o el tomarse al pie de la letra que algún familiar lejano fuera de una tribu marginal cómo mínimo cinco o diez años antes de que el tema pasara al debate mainstream de los Estados Unidos. No fue hasta el año 2007 cuando Los Simpson hicieron un episodio con una temática similar. Y en South Park no se produjo hasta el año 2017 cuando lo hilaron con el debate estadounidense del Día de la Hispanidad.

A lo largo del tiempo he tenido dificultades para sentirme identificado con personajes masculinos de ficción. Por eso no es raro que a día de hoy me refugie en ejemplos de hombres más positivos y majos como Milo Kamalani de Pepper Ann o Steven Universe. Son amables, simpáticos, tranquilos... Aún así me faltaba algo. ¿Dónde queda mi parte nerviosa y ansiosa? Todo acompañado de una pizca de timidez que te impide hacer cosas básicas. Pensaba que me costaría más encontrar a un chico con estas características (dejando de lado a Shinji Ikari). Hasta que me topé con un niño llamado Carlitos.

Todos adoran al bueno de Carlitos, ¿o no es más que es pura fachada?

Desde pequeño mi único contacto con la franquicia de Peanuts (o para qué nos vamos a engañar, Snoopy) han sido las camisetas y los peluches del adorable perrito que no rompe un plato abrazando al pollito amarillo Emilio. Conocía a Carlitos por algunos chistes recurrentes de Los Simpson o Padre de Familia, pero más allá de eso creía que era un niño genérico que sólo estaba para vender muñecos de su perro. Todo eso cambió cuando vi por primera vez el especial de La Navidad de Carlitos.

Charles M. Schulz (o Sparky para los colegas) creó a Carlitos basándose en recuerdos de la infancia de su vecindario. Schulz era un muchacho cortado que no se relacionaba con mucha gente, estudiaba tanto en el cole hasta el punto en el que le tuvieron que adelantar un curso. Después de eso sus notas fueron cuesta abajo. Esa es la filosofía de Peanuts. Carlitos es un personaje que fracasa constantemente en las cosas que hace. No se le da bien jugar al béisbol, siempre pierde ante el equipo de la tomboy Peppermint Patty, nunca consigue llamar la atención de la pequeña pelirroja, cada vez que intenta volar una cometa sólo consigue arrastrarla por el suelo...

Pero su creador jamás pensó que Carlitos fuera un perdedor ya que pese a que pocas veces consiguiera hacer lo que quería no paraba de intentarlo una y otra vez. Es un personaje con un corazón de oro. En el especial navideño está preocupado porque no entiende el significado de la Navidad. Le preocupa lo materialista que se ha vuelto la sociedad ya que a su alrededor sólo ve como sus amigos esperan los regalos más convencionales. O no tanto, su hermana pequeña le pide a Papá Noel billetes de 10 y de 20 dólares porque según ella es lo que se merece. Y su amiga Sally se queja de que nunca le regalan lo que más desea en éste mundo, bienes inmuebles.

La imagen de arriba probablemente represente lo que conoces de Peanuts, la de abajo es la realidad de Peanuts.

Niños que hablan como niños con diseños simplistas e inocentes que mantienen conversaciones sobre el poco dinero que se quieren gastar en regalos de Navidad porque todo es demasiado caro o que van a un puesto callejero donde reciben terapia por el módico precio de cinco centavos por parte de la abusona del barrio porque tienen dilemas existencialistas. Todo acompañado de una suave y dulce melodía a piano que ya se ha vuelto insignia de la franquicia. No ha sido hasta un año después cuando me he puesto a ver más especiales de Snoopy y he podido apreciar su importancia en la cultura popular.

Matt Groening, por ejemplo, desde pequeño ha sido un fanático del humor adulto y la simpleza de Peanuts. Desde joven dibujaba con sus amigos a personajes de cómic que admiraban. Carlitos y su pandilla resultaban más fáciles de dibujar que a Batman o a Superman por su simpleza. Poco a poco sus dibujos fueron evolucionando hasta crear su propia tira llamada Life in a Hell (y sí, de ahí después vinieron Los Simpson). Al otro lado del charco un joven publicista japonés llamado Shigesato Itoi creó un videojuego que satirizaba la cultura americana llamado MOTHER (1989). Sus protagonistas eran niños con diseños simplistas ambientado en la América rural con algunos toques de ciencia ficción.

Cuando intentaron exportar el juego a los Estados Unidos tuvieron que cambiar algunos sprites en el proceso de localización por su parecido a personajes de Snoopy para evitar una posible demanda. Y la lista sigue, y sigue. Casi cualquier persona se puede sentir identificada con las inseguridades de Carlitos. La falta de seguridad en uno mismo es un sentimiento universal. Aunque parezca una broma tener a un personaje que va regularmente a terapia para hablar de como se siente (a pesar de que no dejen de ser niños pequeños) está ayudando a normalizar la salud mental. 

Pese a que en muchas ocasiones Lucy le pueda recriminar su forma de ser a Carlitos en los últimos años han querido hacer un mayor hincapié en sus cualidades. Recomiendo mucho el especial de fin de año de 2021, Por los viejos tiempos, en el que hablan por encima de cómo podemos ser más felices si nos marcamos expectativas más realistas. También ahonda en el personaje de Lucy al saber que su abuela no va a pasar las fiestas con ella y siente que no le quiere nadie. En ¿Por qué, Carlitos, por qué? (1990) una compañera de clase tiene leucemia y explican a los niños de forma didáctica el cáncer infantil. Desmitifican algunas creencias de la época como que el cáncer se puede contagiar o que lo puedes tener por haber hecho algo malo en tu vida.

Nunca es tarde para ser la persona que quieres ser.

O también Para mamá (y papá), con amor (2022) donde el personaje de Peppermint Patty se enfrenta al día de la madre sin tener madre y como la tristeza que siente por ello le hace rabiar cuando ve a sus amigos comprando cosas para sus madres. Debo admitir que no todos los especiales son igual de interesantes y divertidos, tened en cuenta que la mayoría son producto de los años 60, 70 u 80 y los ritmos de la televisión eran muy diferentes a los que estamos acostumbrados a día de hoy. Por ejemplo, me resulta incapaz ver cualquier cosa de Hanna Barbera en 2022. Aún así Snoopy consigue mantenerme enganchado.

Aunque no os voy a mentir, la mayoría de especiales suelen girar en torno a las relaciones amorosas de los niños. En el documental sobre Sparky llamado ¿Quién es Carlitos? (2021) podéis conocer más sobre la influencia de sus personajes en la sociedad estadounidense. Pero una cosa que me llamó la atención que mencionan es que Peanuts realmente trata sobre amores no correspondidos. Y es verdad, a cada niño le gusta alguien diferente y esa persona que le gusta rara vez les suele prestar atención. A Carlitos le gusta una niña sin nombre llamada la pequeña pelirroja, pero rara vez consigue hablar con ella. Paralelamente Marcia y Peppermint Patty tienen sentimientos por Carlitos, pero no les suele hacer mucho caso.

Esto viene parcialmente inspirado por las vivencias amorosas de su autor, que rara vez tuvo citas con chicas hasta bien pasada la adolescencia. Se enamoró perdidamente de una estudiante de artes con la que salió durante 3 años, la colmaba de regalos e incluso le pidió matrimonio. Pero ella estaba enamorada de otra persona y le rechazó. Sparky quedó marcado durante mucho tiempo por esto. Años después se casó, se divorció, se volvió a casar... Pero introdujo a la pequeña pelirroja como homenaje dentro de su universo y mantuvieron el contacto como amigos.

¡No te rindas Carlitos, nunca vas a crecer!


No sé si alguno de vosotros vais a tener las ganas o la energía de querer sentaros a ver especiales infantiles por Navidad, pero si sentís que las fiestas no van con vosotros, que no entendéis lo que significan u os sentís tristes os recomiendo pasaros estas fiestas por La Navidad de Carlitos. Si no os aburrís y no lo quitáis a la mitad de ahí os recomiendo ver lo que os vaya llamando la atención. Soy consciente de que Apple TV+ es una plataforma que poca gente tiene, y esto no es un motivo de peso para contratarla. Se supone que desde el 22 hasta el 25 de Diciembre se podrá ver gratis en la plataforma de la manzana. 

Pero si no, podéis buscar continuas ofertas que existen para tenerla durante varios meses gratis si sois nuevos suscriptores, o recibir un año gratuito si os compráis un nuevo dispositivo de Apple. Da algo de coraje cerrar un artículo que habla sobre Carlitos de forma tan consumista, ¿no os parece? Así que prefiero quedarme con el verdadero significado de la Navidad, que no son ni los regalos, ni el poder del amor. Si no el instinto de supervivencia que nos hace soñar con que en el futuro podremos formar nuestra propia familia rodeada de seres queridos donde no tendremos que escondernos debajo de la mesa cada vez que hagan un comentario político desacertado.

¡Mucho ánimo gente, y felices fiestas!

martes, 27 de septiembre de 2022

Defensa (suicida) a Los Simpson Modernos

 

"Lo' sinson" no pudieron predecir este ratio.

Siempre me llama la atención navegar por redes sociales y ver los consensos generales que existen en cuanto a la popularidad o defenestración que pueden tener series y películas pero como después estas no se corresponden con la realidad que existe ahí fuera. Por ejemplo, se supone que nadie ve Élite, a éstas alturas la audiencia de esa serie menciona estar cansada porque dicen que la trama es un sinsentido, sólo es sexo adolescente... Sin embargo es una de las series más vistas de Netflix, y ya va de camino a su sexta temporada.

Mi pregunta es, si se supone que nadie la ve, ¿por qué la siguen renovando? Otro ejemplo inverso podría ser la archiconocida Casa Búho. Es un fenómeno en redes sociales, cientos de fans están dedicados al cosplay, al fanfic, a teorizar sobre los especiales de la serie, Amity es Trending Topic durante varias veces al mes... Y sin embargo, ha sido cancelada por Disney por "no representar a su marca". Hay cosas que no me cuadran, pero creo que ya debéis ir pillando por dónde voy con esto.

Los Simpson son otra víctima de éste embrollo raruno donde a través de redes como Twitter puedes ver a mucha gente de acuerdo y de forma unitaria en que la serie lleva más de 20 años siendo mala, no se explican cómo la siguen renovando, mencionando que sólo son un zombi de lo que realmente eran. Y sin embargo, fue la serie más vista en Disney+ durante el año 2021 superando a fenómenos culturales como The Mandalorian o Wandavision. Te suelen mencionar que la serie hace mucho que perdió su rumbo, ya que nacieron como sátira de la cultura popular, y de las sitcoms familiares perfectas ochenteras, mientras que Los Simpson como contraste representaban una familia americana de forma más realista con sus defectos. Ahora que son populares, ya no se permiten tomar riesgos, se amoldan a la sociedad actual y no viceversa.

Las peores navidades de Los Simpson fueron las más divertidas para su audiencia.

Si volvemos a los orígenes, podremos comprobar como Sin Blanca Navidad (1x01) es un ejercicio brillante que carga contra la hipocresía de la perfecta Navidad estadounidense en 22 minutos. Un padre que se queda sin paga extra navideña, un niño que se hace un tatuaje de forma rebelde sin el permiso de sus padres... Homer llega al extremo de hacer de Santa Claus en un centro comercial para conseguir una miseria de dinero. Y lo mejor es que al final no consiguen comprar regalos, si no que rescatan a un perro abandonado de una carrera de perros a la que habían apostado todo lo ganado con la fría esperanza de que sucediera un milagro navideño.

Es humano, es divertido, es gracioso y tiene alma. La Fox no confiaba en que una serie de animación pudiera estar en prime time ni en que durara 22 minutos, pero ese especial arrasó y encantó a la crítica. Por desgracia, la artífice de el guion del especial, Mimi Pond no volvió a participar en la serie porque Sam Simon no quería a mujeres en el equipo. Pero a mi parecer las primeras dos o tres temporadas de Los Simpson tienen un nivel de ternura y calidez que pocas series han conseguido alcanzar, y aquí voy al meollo. Es una serie que ha ido evolucionando y cambiando de rumbo con el paso de los años. No es algo tan blanco o negro como decir que de la primera temporada hasta la once son buenos y después se vuelven malos porque a Homer le dobla otro actor. Es mucho más complejo que eso.

Los Simpson empezaron como cortos en un programa de variedades llamado El Show de Tracey Ullman. Era una familia trasto y revoltosa en la que su cabeza de familia, Homer, se esforzaba en alcanzar la perfección con los suyos mientras que sus hijos no paraban de cometer travesuras haciéndole la vida imposible. Les encantan las discusiones y tomar batidos de chocolate. Esos son Los Simpson de Matt Groening. Sketches simples, anécdotas familiares y situaciones cotidianas tratadas desde el gamberrismo. Si la serie llegó a alcanzar los niveles por los que se le aclama es por el mérito de otras mentes creativas que contribuyeron en darles más profundidad como Sam Simon o James L. Brooks. 

"¡Bart está poniendo caraaas!" 
¿Os imagináis que esa hubiera sido la frase más mítica de Lisa?

Después de la ida de sus "papis" la serie fue lentamente evolucionando a un mayor uso de estrellas invitadas, centrándose en los gags y en los chistes, además de crear una cartera de personajes reconocibles e identificables para casi cualquier situación que se pudiera dar en la ciudad. Esa es reconocida como la era dorada de Los Simpson, bajo el mando en primer lugar de Al Jean y Mike Reiss, posteriormente siendo intensificada por Bill Oakley y Josh Weinstein. Tiene los episodios más recordados por los fans, y el humor estaba más que refinado. O al menos así lo pensaba. Porque cuando era peque las primeras temporadas (1-3) me parecían un peñazo, no me entretenían tanto como lo posterior, pero ahora mismo me parecen de las mejores.

La serie se mantuvo hasta la temporada 10 cuando Mike Scully tomó el timón de la dirección a finales de los 90. South Park había revolucionado el mundo con sus malas palabras y Padre de Familia seguía su estela, hicieron a Los Simpson más alocados para adaptarlos al nuevo milenio. A mi parecer, es la peor etapa que ha tenido la serie, por encima de los "zombis" de ahora. Aquí ya teníamos a un Homer más parecido a Peter Griffin (huyendo de una operación en la que le iba a dar el riñón a su padre), un episodio donde Marge se volvía una psicópata prácticamente (Marge está loca, loca, loca) o episodios dedicados íntegramente a estrellas de Hollywood como Mel Gibson (Más allá de la cúpula del fracaso). 

Sé que esto debe resultar doloroso porque para muchos esos episodios deben ser considerados como clásicos que se recuerdan con cariño, pero os pido que los volváis a ver porque a lo mejor cambiáis de opinión con respecto a ellos. Y si os siguen gustando, pues no tiene nada de malo, mejor para vosotros. Pero a mí también me duele leer como se defenestra a todo lo posterior desde entonces de Los Simpson sin haberle dado siquiera una oportunidad. Al Jean tomó el relevo como showrunner desde la temporada 13 hasta la 30-31 aproximadamente. Bajo su cargo la serie se ha mantenido más estable hasta la llegada de la alta definición en 2008. Desde entonces ha sido aún más criticada porque a la gente le ha resultado extraño ver a una familia ochentera usando tablets o tomando cafés de Starbucks.

Pese a que desde entonces hayan podido tener episodios sueltos interesantes como Barthood, Como mojé a vuestra madre, Halloween del terror, Los Siervison o Bart contra Rasca y Pica también hemos tenido episodios dedicados enteramente a celebridades como Elon Musk y Lady Gaga, que casualmente son de los más odiados de toda la serie. Este artículo existe porque el episodio de Elon Musk es mencionado cada dos por tres en redes como la prueba definitiva de la decadencia de la serie. No os puedo mentir, el episodio es malo, demasiado blando con él, de hecho. Sin embargo, me da la impresión de que no se valora la calidad actual de la serie más que por esos episodios cuando el de Gaga ha cumplido ya 10 años, y el de Elon, 7.

Jej al final no quiso comprar Twitter.

Yendo al meollo de la polémica del episodio de Elon únicamente me gustaría decir que no estoy de acuerdo con los comentarios que mencionan que es un total desdibujado del personaje de Lisa Simpson. El episodio se emitió en 2015, puedo entender por qué a través de sus ojos de 8 años la idea de un inventor que quería revolucionar la industria con coches menos contaminantes y el avance sostenible podría resultarle admirable. No es la primera vez que Lisa conoce a una figura que cree ser digna de su respeto y posteriormente es traicionada. Ya le pasó cuando ayudó al Señor Burns a rehacer su imperio mediante el reciclaje. Y con la información actual que existe sobre Elon estoy casi seguro de que a día de hoy serían mucho más críticos con él. De hecho, las menciones a Musk posteriores a ese episodio en la serie no han sido halagüeñas precisamente

Sobre la serie en sí, me gustaría daros una buena noticia, hay esperanza. Los Simpson podían mejorar con un cambio muy simple, y así ha pasado, Al Jean ya no es el único showrunner al frente de la serie. Ahora comparte el trabajo con Matt Selman. Lleva en la serie desde el 98 y estuvo a la cabeza de guiones como el de Los Simpson: El Videojuego, que para quien no lo conozca, creo que es de lo mejor que se ha escrito de la serie en años. A mi parecer, por encima de la propia película del 2007. Era una sátira certera a la industria del videojuego donde parodiaron diferentes géneros, tropos, personajes... No tenían las limitaciones de tratar con situaciones cotidianas y explotaron su creatividad al máximo. Tuvimos sátira desde del creador de Los Sims hasta de los juegos de 8 bits pasando por The Legend of Zelda o Final Fantasy. ¿Y si os cuento que ahora están haciendo guiones así para la propia serie?

Tenemos episodios experimentales que se salen del formato de la serie (y ya no sólo gags del sofá), como Un Flanders Serio donde siguen la fórmula Netflix para contar una historia no canónica en la que Flanders se queda con un dinero que no le pertenece y tiene problemas con unos sicarios. También hemos tenido a Homer y Marge aprendiendo a sobrevivir en la naturaleza en base al amor y el cariño mutuo. U otro en el que a través de los ojos de Lisa nos han enseñado los efectos que pueden provocar las palabras de nuestros padres en la percepción que tenemos de nosotros mismos a largo plazo en nuestras vidas. Bart se enamora de una profesora y se comporta como un niño de su edad poniéndose nervioso y no sabiendo cómo gestionar la situación. Incluso hay un episodio en el que Bart empatiza con Martin por el acoso que recibe de los abusones, además de conocer la presión a la que le tienen sometido sus padres por ser un niño modelo. No estoy hablando de la última peli de Pixar del panda rojo, estoy hablando de Los Simpson en 2022. Sí, en serio.

Sabes que una parodia de una película es buena cuando no tienes que haber visto la peli que parodian para que te haga gracia.

A lo mejor ahora os preguntaréis a qué ha venido este cambio tan repentino, bajo mi punto de vista creo que se debe a varios motivos. Aunque creo que los cortos de Disney+ tienen más que ver de lo que pensamos. Al tener varios en producción, el equipo se ha tenido que dividir en dos para poder sacar los cortos cada X meses al mismo tiempo que tienen la serie en marcha. Al Jean está más pendiente de los cortos y ha tenido que repartirse el trabajo con Matt Selman para llevar juntos la serie tradicional. De hecho, los cortos que han sacado me parecen poco representativos de la calidad que tiene la serie actualmente. Es más, creo que la ha limpiado, porque la mayoría de la promoción de famosos como Bad Bunny y las referencias a Disney se ha quedado para Disney+, y no creo que sea algo malo.

Así todos contentos. Más allá de eso también se nota el salto generacional en la sala de guionistas, últimamente tratan problemas que pueden ser más identificables para las personas jóvenes. El último episodio de la temporada es un musical con Hugh Jackman sobre el negro futuro que tenemos la juventud para comprar una vivienda o formar una vida adulta, por si pensabais que ya no eran de izquierdas. Además de que ahora cuentan con un mayor equipo femenino y más inclusivo escribiendo episodios. Contando con algunas de mis favoritas como Megan Amram (de The Good Place). Cosa que antes no podían permitirse porque era un equipo de tíos donde no dejaban entrar a nadie más.

Otro factor diferencial que pienso que ha afectado a éste cambio ha sido el impacto de Bob's Burgers en la última década, representando a una familia que demuestra que puede existir un humor humilde tratado desde el cariño mutuo sin dejar de ser divertido. Es la serie más importante que ha tenido Fox en los últimos 12 años. Ha influido positivamente en Los Simpson, ya que creo que en esta última temporada demuestran ser una familia más cariñosa de lo que eran antes. Sé que cuesta superar esa barrera que impide juzgar a la serie sin prejuicios a día de hoy, pero si lográis darle una oportunidad y sentaros a disfrutarla puede que volváis a tener ilusión por ver lo próximo de la familia de la tele. A mí me ha funcionado, espero la temporada 34 con muchas ganas. 

Puede que no sean Los Simpson de las temporadas clásicas que tanto se añora, pero también puede ser que os encontréis con una serie que podéis disfrutar y pasar un buen rato si no buscáis una comparación constante con lo anterior. Puede que sea hora de tratar esta etapa de la serie por su propio mérito y no por lo que hicieron hace 10 años. Puede que os guste más que los episodios clásicos, o puede que lo quitéis a los diez minutos con ganas de sacaros los ojos. Aunque al menos habréis hecho el esfuerzo de probar algo diferente. Si queréis reencontraros con la familia que una vez revolucionó el mundo yo creo que no vais a tener una mejor oportunidad en mucho tiempo. Cowabunga, colegas.


Ya disponible en la plataforma de las series de Marvel.



lunes, 16 de mayo de 2022

Pepper Ann, Pepper Ann, en su generación no hay rival


Como muchacho producto del nuevo milenio, y con mala memoria debo señalar que mis recuerdos de dibujos de la infancia se limitan a cosas superficiales, la mayoría de ellas no son anteriores al 2005 a no ser que hayan tenido reposiciones en condiciones. Toda mi generación conoce y venera una serie que se llama La Banda del Patio. Tengo pendiente revisitarla, en parte debido al cariño que existe por ella, que es más que notorio. Una vez cada seis meses aparece alguna imagen de Spinelli, conocida como un icono de la rotura de los estereotipos tradicionalmente femeninos. 

O algún clip rompedor señalando la calidad de diálogo y los temas sociales que trataba la serie. Pues bien, Pepper Ann es otra serie que estuvo en emisión más o menos los mismos años en los que se emitió La Banda del Patio, y sin embargo, no resulta ni la mitad de reivindicada de lo que es la anterior. Lo curioso de ésta historia es que el personaje es conocido. Pones imágenes por ahí, y probablemente alguien de 25 para arriba sabe decirte quién es, pero normalmente no suelen recordar de qué trataba la serie.

Empezando por la punta del iceberg Pepper Ann es un slice of life centrado en la vida de una chica de 12 años llamada Pepper Ann Pearson, vive con su madre Lydia y su hermana menor Moose. Va al instituto de la ciudad de Avellana con sus dos mejores amigos, Milo Kamalani y Nicky Little, donde tienen aventuras y afrontan el paso del colegio al instituto. De momento no suena demasiado rompedor, pero la gracia de la serie no está en su superficie, sino en su forma de hacer las cosas, y cómo se distinguía de los demás.

Con lo que he contado hasta ahora deberíais tener más o menos esta imagen mental, es decir, nada fuera de lo normal.


Mi problema a la hora de visitar series antiguas es el miedo a encontrarme mensajes con los que no tragamos a día de hoy. Ya sabéis, estereotipos andantes, moralejas desactualizadas, y el trato hacia los personajes femeninos donde la mayoría solían actuar como intereses románticos de los protagonistas... La magia de Pepper Ann reside en sus personajes, y en las relaciones que tienen entre ellos. Esos cinco personajes que tenéis ahí son prácticamente la rotura de un estereotipo diferente, son frescos y originales con respecto a lo que estábamos acostumbrados la televisión de la época.

Milo Kamalani, su mejor amigo, es un artista imaginativo. Es tranquilo, apacible, de buen rollo y odia meterse en problemas. Se junta con Pepper Ann y Nicky la gran mayoría del tiempo. Esto le llega a causar inseguridades con respecto a su masculinidad porque no se siente un "hombre de verdad". Su madre Lydia es una mujer divorciada que cuida de sus dos hijas y trabaja al mismo tiempo con todo el amor del mundo. E incluso tiene tiempo para salir algunas noches disfrutando de su vida y tener citas con algunos hombres.

Su introvertida hermana pequeña, Moose solía ser confundida con un chico. No encajaba con los roles de género establecidos, patina, le gustan los cómics, los muñecos de acción... Y su forma de vestir era totalmente masculina. Nicky es una chica muy inteligente que disfruta de la compañía de Milo y Pepper Ann, el personaje es aprovechado para meter diálogos o críticas adultas que los niños pequeños rara vez van a entender, con comentarios que abordan desde la igualdad de género, la libertad de expresión o incluso teoría del lenguaje.


Es muy guay ya verás, en su cole no hay rival...


En cuanto a la propia Pepper Ann, comparte gustos con su hermana, le gustan los videojuegos, los batidos, las pizzas, leer cómics y soñar despierta. Pero no era ni mucho menos una persona introvertida. Desde el primer minuto con la intro te dejan claro que clase de personaje es. No tenía miedo a gritar, a expresarse, a marcar allá por dónde pasaba... Le gustaba destacar. Adora maquinar planes absurdos y desorbitados para resolver situaciones que suelen salir mal. 

Su imaginación es desbordante, para bien y para mal. Muchas veces el humor y los conflictos de la serie proceden de escenarios ficticios que se monta en la cabeza exagerando las situaciones que atraviesa. En un episodio está aterrorizada porque tiene miedo de que le vean con su madre dándole un beso en la puerta del instituto. Piensa que le van a perseguir las cámaras de televisión, sus compañeros de clase y llegará la extinción de la raza humana, cuando en la realidad no es más que un suceso normal al que le ha dado más importancia de la que debería.

Es su mayor amiga y enemiga. Es su luz y sombra. Hasta tiene conversaciones consigo misma a lo largo de la serie, en su mayoría como una llamada a la sensatez ante las inquietudes y ansiedades de Pepper Ann Pearson. No tiene miedo de equivocarse y tomar malas decisiones, aprende de ellas y rara vez tiene malas intenciones. Cuando le piden ayuda acude con sus locos planes absurdos buscando dando lo mejor de sí misma siempre que puede.

La mano femenina en los guiones era más que notoria y refrescante, podían dedicar episodios tronchantes con situaciones femeninas como la compra del primer sujetador, o una convención feminista de formas que podían resultar entretenidas para cualquier persona. A pesar de no haber sido creada con ese objetivo en mente, su creadora Sue Rose se siente más que orgullosa de poder ofrecer un punto de vista alternativo. Estos estereotipos por parte de directivos de televisión los cuales pensaban que las líderes femeninas no gustarían a los hombres empezaban a caer en saco roto en un mundo en el que personajes como Daria o Lisa Simpson rompían moldes con sus sentimientos y comentarios sociales universales.

En su día fue recomendada para todas las edades, pero debido al tratamiento de temas sin medias tintas como el divorcio, el género, el racismo, la ambigüedad moral, el desempleo... provocaron que su edad recomendada elevara hasta los mayores de siete años. Los 25 años de Pepper Ann pueden notarse en algunos sentidos, principalmente en el personaje de Dieter, un estereotipo del típico estudiante europeo de intercambio al que le encantan las salchichas. Pero por otra parte que una serie de finales de los 90 se atreviera a hacer un episodio sobre la apropiación cultural en el que se critican las ideas preconcebidas y dañinas de los indios nativos que aprendemos con la cultura popular que fue más que admirable,.

Salvo algunos detalles sueltos como lo comentado, Pepper Ann podría pasar como una serie de ahora en muchos sentidos. Claro que hay temas desactualizados gritando que son los "años 90" hasta en el carné, pero no tienes que ir con una mente puesta en la época para disfrutarla durante la mayoría del tiempo. Puede que el mundo de la ciudad de Avellana fuese demasiado idílico, sin embargo, normalizar es el primer paso, y la protagonista normalizaba un estilo de vida femenino que estaba infrarrepresentado en los medios de comunicación.

Su creadora no era consciente de la existencia de las personas trans y no binarias en el momento que crearon a Moose (su hermana pequeña), ella se basó en su propia hermana de la vida real, y se comportaba de la misma forma que el personaje. Ni los ejecutivos de Disney le pusieron pegas al respecto, probablemente al no ser conscientes tampoco. Lo que sí vigilaron con lupa fueron las trazas de cualquier posible referencia al colectivo LGBT+, ya que Sue Rose era lesbiana. Por lo tanto, no sólo fue la primera mujer en crear una serie para Disney, si no que además fue la primera mujer LGBT en crearla. 

Esto no volvería a repetirse hasta la llegada de Star contra las fuerzas del mal en 2015, de Daron Nefcy y la primera creadora LGBT+ con Casa Búho, de Dana Terrace, en 2019. 18 y 22 añazos de distancia respectivamente. A pesar de saber que en esos años resultaba imposible, intentaron meter algún personaje LGBT, intentos que resultaron en vano ante los ejecutivos de Disney. Sue Rose animaba a sus guionistas a no limitarse, aún sabiendo que no había forma de que eso pudiera llegar a la televisión creía que era importante que eso llegara a las oficinas para empezar a subir escalones poco a poco.


También fue cortada una escena con Milo en la que se probaba un sujetador e incluso los directivos cuestionaron su gorro violeta al pensar que podía ser un icono de la bandera LGBT+ escondido. Como ella misma comentó, no buscaba revolucionar nada ni hacer historia, simplemente veía otras formas de vida reflejadas en la televisión y pensaba en por qué la suya no podía estar representada igual que las demás. Después del final de Pepper Ann, en el ámbito infantil las cosas avanzaron de forma muy lenta en lo que a representación se refiere. 

No sería hasta la llegada de Gravity Falls y Star contra las fuerzas del mal donde ofrecerían algunos de los primeros personajes LGBT+ en la animación de Disney Channel, y no serían por las buenas precisamente En el 2019, Casa Búho haría historia con la primera protagonista bisexual con una relación sáfica en pantalla. Sue Rose tiene razón, las cosas avanzan pero a un ritmo más lento de lo que esperábamos. Pepper Ann llegó a su fin en Noviembre del año 2000 con un episodio muy especial llamado El Final en el que conoceríamos su futuro donde no ha cumplido sus sueños y ha perdido el contacto con sus amigos del instituto Nicky y Milo.

El episodio alterna entre escenas del último día de curso y el futuro donde Pepper Ann desea pirarse para no volver a ver a nadie nunca más, finalmente se reconcilia con ellos y en su escena final se sienta en la mesa que cogía cada tarde para maquinar sus planes junto a Nicky y Milo rememorando los viejos tiempos. Su legado ha dado pie a personajes como Anne Boonchuy, protagonista de la serie Anfibilandia debido a que su creador, Matt Braly, es un fanático del personaje. Incluso consiguió colarla en el penúltimo episodio de su serie donde también harían historia cerrando una de las series más seguidas del canal en los últimos años.

Encuentra a la prota entre el público, no es difícil.


Pepper Ann se emitió en España en Disney Channel en el Canal Satélite, Toon Disney, Telecinco y Televisión Española. Una generación creció con sus aventuras, para quedar olvidada posteriormente debido a que nunca se lanzó en formato doméstico ni en los propios Estados Unidos. Esto desembocó en que algunos fanáticos acabaran recopilando episodios durante años en cintas caseras para preservarlos en internet, la mayoría con copias de calidad cuestionable. Algunos de ellos incluso quedaron perdidos durante años. No sería hasta su llegada a Disney+ donde se podría disfrutar de forma legal y reescalada en alta definición.

Resumiendo, de momento en Disney+ España sólo se encuentran las primeras dos estaciones y sin doblaje a la vista, en otros países está al completo. Recientemente han dado más doblajes (incluyendo algunos redoblajes en algunos idiomas como el alemán).
Os animo a echarle un vistazo a pesar de todo. Yo quería ponerme a hacer otras cosas, bastantes, de hecho, pero esta serie no me ha dejado. Sigo pensando en lo graciosa y 
lo divertida que es. En algunos chistes, en sus personajes y aventuras... Espero que si acercáis vuestros morros a la serie os pueda dar algunas risas, reflexiones e incluso que su juventud os ayude a empoderaros porque así es el espíritu de Pepper Ann Pearson. 
Echando partidas al Mascavainas y moviéndose en patines hasta el final de los tiempos.

viernes, 25 de febrero de 2022

Perfect Tides: 2000 errores de la adolescencia

 

AVISO: Spoilers más allá del ciberespacio. Si te llama la atención y quieres jugarlo JUÉGALO YA. Te lo pasas en poco rato y puedes volver aquí. Cómpralo en Steam.

Con la nostalgia de los 2000 acechando a la vuelta de la esquina nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. La de los 80 y los 90 sigue a la orden del día. Pero la que nos ocupa viene pisando fuerte. Módems, foros de internet, PlayStation, discos pirata... Una época de transición de lo analógico a lo digital donde lo tradicional daba sus últimos coletazos ante la digitalización y se miraba de cara a un futuro multimedia donde todos debían tener su página web para destacar. 

El internet era para comunidades frikis en su mayoría. Y aquí está nuestra protagonista, Mara. Una chica de 15 años para 16 sumida en un mundo digital. Vive en una isla pequeña, no tiene muchos amigos y sus compañeros de clase se suelen reír de ella. Encuentra la felicidad en un foro donde escribe fanfics y tiene su comunidad. Sueña con ser escritora algún día. A la gente le gusta lo que publica y eso la hace feliz. Tiene conflictos con su madre por no relacionarse con gente la vida real.

Esto deriva en los clásicos "no conoces a esa gente de verdad" o "pueden ser personas de 40 años"... Si te has criado en los 2000 y has querido conocer a gente con tus gustos que no vivían cerca de ti, con los que te sentías apoyado y escuchado a kilómetros de distancia que no encontrabas en tu vida diaria no te va a resultar difícil identificarte con los sentimientos de esa primeriza Mara. Era gente con la que llevabas AÑOS hablando, ¿cómo iban a ser unos extraños que sólo esperaban secuestrarte en cualquier esquina?

Los podías conocer más que cualquier persona de tu entorno. Total, al final pasabas más horas con ellos... Mara lo ve como una forma pura de conocer a la gente. Dónde no se juzga el físico, raza ni género. Sólo son gente con aficiones afines que se junta para escribir, apoyarse mutuamente y conocerse sin pretensiones.

En el momento en el que tu amiga perdía la virginidad, se acabó. Ya ibas tarde para el mundo.

Mara sí que tenía una amiga en la isla, Lilly. Una chica popular con la que se juntaba desde pequeña pero estaba más que sujeta a sus condiciones. Aparece cuando quiere. Sale con chicos. Tiene vida. Cosas que Mara no tiene ni quiere. Pero tras conocer que ella ha perdido la virginidad tiene una necesidad de urgencia por hacerse mayor. Y salir de su zona de confort. Mara empieza a fumar una noche en una hoguera acompañada de su amiga y siente como si se le quemaran los pulmones, pero le va cogiendo el gustillo.

Paralelamente empieza a hablar por privado con un chico del foro llamado Staggle, del que acaba teniendo un cuelgue durante toda la primavera. Le halaga por su forma de escribir y la propia Mara se asombra de llamar la atención de otra persona. Tiene pensamientos que pasan por "de toda la gente que podría enamorarse de uno en el mundo, ¿le gusto yo?". Y esto hace que se sienta momentáneamente feliz y querida. Estos son pensamientos que nos han podido pasar por la cabeza tanto en la adolescencia... como más adelante cuando tienes dificultades para entablar relaciones con otras personas.

Mara es una joven introvertida, en su mundo. Con una gran imaginación y creatividad que se va introduciendo en el mundo adolescente de golpe y porrazo. Empieza a tener conversaciones emocionales con éste chico donde desean besarse y verse para estar juntos. Tiene fantasías ficticias donde comparten momentos que nunca han sucedido realmente. Llegan a intercambiarse un par de cartas de amor debido a una pérdida de internet producida por un conflicto familiar.

Cuando recibe esa carta ve a una persona igual de confundida, perdida y con una autoestima tan baja como la suya, esto le supone un golpe de realidad. No tiene sentimientos reales por ese chico. Todo era algo ficticio. No se sentía segura con él y se había abierto de una forma para la que definitivamente no estaba preparada. Ni le contesta a la carta, ni a otros mensajes que le manda posteriormente disculpándose. Esto es algo doloroso, pero comprensible. Cuando llega el Verano quiere tener otras ambiciones en su vida debido al ambiente de su alrededor.

Tííío. Los sentimientos son una cosa que existen.


Vive con su madre y su hermano. La pérdida prematura de su padre ha marcado sus vidas y las relaciones que tienen con el resto de isleños. Sienten la obligación moral de tratar a su familia de forma diferente por la tragedia que han pasado. Esto ella lo nota, y no le gusta. Su madre pasa algunas noches a oscuras en el sofá con recuerdos de su padre. Su hermano no da un palo al agua y vive apalancado en casa. Y por otra parte ella, que vive mayormente en su vida internauta.

Mara empieza a buscar trabajo para poder ayudar en casa, al hablar con el dueño de una taberna cercana le comenta la situación familiar. Esto enfurece a su hermano y le corta el internet durante todo el Verano. En esta estación la isla está llena de turistas que vienen de fiesta. Incluyendo comunidades homosexuales de principio de siglo que solían ser aceptados en este tipo de lugares turísticos. También está Simon, un amigo mayor también homosexual que tiene una casa en la isla. Se lleva mucho mejor con él que con su hermano, y le gustaría que él lo fuera en vez de el que tiene.

Conoce a unos chicos mayores en las afueras de su instituto, uno de ellos llamado Jason muestra un interés particular hacia ella y comienzan a juntarse lentamente debido a una amiga en común. Viven un amor intenso. O al menos Mara lo vive así, porque para él no lo es. Lo pasan bien juntos, pero ella siente más apego hacia el que viceversa, ya que él tenía otros rollos de los que ella no sabe nada hasta que ya es tarde. Está sujeta a sus planes y a lo que él quiere hacer con su amigo. Van al mismo sitio cuando quedan y van en su coche. Cuando es consciente de esto, Mara se siente utilizada.

No hay giro sobrenatural ni fantástico, no hay nada más aterrador que los pensamientos atormentados de una joven adolescente. Y es fantástico que vaya por ahí. Es realista, es desgarrador. No es difícil ponerse en la piel de Mara. No necesita más que sumergirte en su mente. En lo utilizada que se ha sentido para hacerte sentir fatal. 

"Durante mucho tiempo no me había sentido querida por lo diferente que era. ¿Y sabes qué? Me parecía bien. Lo había aceptado y había aprendido a vivir con ello. Por mis propios medios, y me sentía orgullosa."

En esta conversación Jason insiste en lo inteligente y dulce que es Mara. Ella se da cuenta de que la está tratando de tonta (dulce=tonta). Por lo fácil que era para ella acceder a lo que él quisiera sin tener que poner de su parte. Un rato antes un chico le metió boca sin su consentimiento y pese a un calentón inicial no ha dado pie a que se sienta ni enfadado, ni triste, ni afectado y esto hace que Mara se sienta fatal.

Aquí es cuando ella se da cuenta de que no es tan especial ni diferente a diferencia de otros seres humanos. Había caído en ser "otra del montón" para él. Cuando ella se consideraba algo especial pero no lo era. Lo abraza por última vez y se despide. Se siente culpable por tirarse a sus brazos tras llegar a las conclusiones tan chungas que había llegado con respecto a su relación.

Y no malinterpretéis el tono del juego por esto. Cuenta con un sentido del humor bastante ácido y gracioso con múltiples referencias a los 2000. Meredith Gran, autora de algunos cómics de Hora de Aventuras o su propio webcómic Octopus Pie (que ahora cuyo interés está por las nubes) es la creadora de éste relato tan personal, sincero y directo. No había jugado a aventuras gráficas antes y para qué mentir, ha sido un poco confuso aprender a manejarse con ella.

El problema de empezar con un juego indie que acaba de salir es que es... un juego indie que acaba de salir. No encontraba ninguna guía para el juego y soy una persona torpe para los puzles, y éste juego cuenta con algunos a los que debes darles un par de vueltas para resolver. Pues al final me apañaba trasteando, mirando por todos lados y buscando cosas, que al final es el objetivo de éste género, ¿no? Seguro que para jugadores más experimentados resulta más sencillo.

Cuando vienen turistas intentas relacionarte con ellos, pero parece que no estáis en la misma onda. 

Un lugar costero que se llena en Verano y el resto del año está vacío. Que te digan constantemente lo afortunada que eres por vivir en la playa cuando tú estás más que cansada del ambiente que se forma con el buen tiempo y de lo vacío que se queda después. Cansada del instituto y deseosa por irte a otro sitio cagando leches. No es algo con lo que le cueste identificarse a un morador de la Costa del Sol, ¿eh?

Los diálogos son mordaces y brutales. La autora, proveniente del mundo del cómic estaba en contra de hacer protagonistas mudos. Y menudo acierto. He sentido una mayor conexión con Mara que con muchos personajes inexpresivos que tienen mi nombre puesto. Aún así el juego te permite tomar algunas decisiones, pero nada que desdibuje al personaje. Si eso lo del regalo me ha hecho sentir una mala persona (ya lo entenderéis cuando lo juguéis).

Las relaciones adolescentes, el crecer, las hormonas, las comunidades online... TODO es confuso y pese a la presencia dosmilera muchos temas del juego resultan atemporales y creo que puede ayudar a más de un adolescente dudoso a sentirse tranquilo viéndose representado en un personaje tan guay como Mara. Y vaya que si voy a conseguir que más gente lo juegue, porque desgraciadamente de momento no ha tenido mucho recorrido.

Pese a lo fanático que soy de EarthBound y por consecuencia de las historias mundanas con toques de fantasía y ciencia ficción agradezco que éste juego no tenga un giro similar como he mencionado anteriormente, dejando la parte fantástica en las fantasías e inquietudes de la propia protagonista, representando una mente confusa y sin rumbo. Resulta algo novedoso y refrescante en las historias juveniles frikis. Tiene un ritmo lento y relajante. Luego te ataca por detrás cuando menos te lo esperas.

La emoción y estrés de ver a ESA persona en línea.

En vez de tanta plataforma de streaming creo que las aventuras gráficas podrían gozar de un resurgir nostálgico dando salida a éste tipo de ideas que resultan irrealizables en la animación comercial por lo específicas y caras que serían de producir. En el mundo indie pueden encontrar ese público específico que buscan sustituyendo animación y actuación de voz por cajitas de texto. Y vaya que si agradezco haber podido vivir esta experiencia.

Por último quiero hablar de como maneja este juego la evolución de los foros de internet. Tiene un arco donde la propia Mara empieza a odiarlo tras la toxicidad que se forma dentro. Algún usuario va a insultarle buscando gresca y acaba en una conversación donde le dicen puta múltiples veces. Vuelve a hablar con Staggle pero tras lo sucedido le resulta incómodo mantener conversaciones con él porque sigue teniendo sentimientos por ella, y no cree que vaya a funcionar una amistad.

Hace artículos quejándose de cómo el foro molaba antes y ahora no porque ahora sólo lo usaban para quejarse creando un círculo vicioso. Llega el punto en el que deben cerrar el foro y ella ayuda a migrar parte de lo antiguo a un nuevo lugar. Se despide de todos ellos recordando los buenos y los malos momentos. Para ella es el fin de una era. El último día del juego antes de celebrar Hannukah con su familia se lo pasa migrando datos del foro antiguo al nuevo. 

Es una bonita despedida para una bonita experiencia.

domingo, 19 de diciembre de 2021

Cortar por la línea de los complejos

Este artículo puede contener spoilers de "Cortar por la línea de puntos" de Netflix. Se ve en menos de dos horas. Os da tiempo de verla y volver aquí y echáis una tarde completita. Pero os aviso, coged pañuelos e id a ciegas a por ella.

¿Cuántas series y películas europeas veis al año? Creo que las puedo contar con la mano. Si sois gente joven medianamente friki lo más probable es que vayáis al cine sólo a ver pelis de superhéroes y /o blockbusters. Por mi parte consumo animación, algo más de "nicho" pero normalmente no salgo de Disney o Ghibli. Hay excepciones de producciones locales que son aclamadas por gente joven como Klaus debido a su éxito internacional pero con proyectos independientes o más pequeñitos nos está costando más superar esos complejos.

Desconozco el cine de animación europeo, lo admito. Tengo en mente el típico estereotipo que tenemos de animación rusa con complejas metáforas y experimentación pero no sé nombrar una peli que no salga de Tadeo Jones o algo excesivamente comercial. En el caso de la televisión países como Italia o Francia (sobre todo) producen muchos productos comerciales para el medio partiendo normalmente de cómics europeos o merchandising.

Ladybug, por ejemplo, es un fenómeno de masas y eso es indiscutible, pero sinceramente creo que su éxito viene más por la influencia asiática de la serie que la europea. Aunque no es el primer caso en el que hemos visto influencia del manganime en la animación francesa por el gran éxito y respeto por el medio que existe allí. En nuestro país es un público que tanto cadenas de televisión como distribuidores mayoritarios tradicionales dan por perdidos y acabamos relegados a distribuidoras minoritarias.

A mi parecer Ladybug no encaja con lo que busco en animación actualmente, más teniendo en cuenta los avances que hemos tenido en los últimos años. Donde se ha hablado abiertamente de salud mental, colectivo LGBT+ y tramas con un desarrollo más complejo del habitual con desarrollo de personajes en series de Disney, Netflix o CN debido a la evolución del consumo televisivo y a la existencia de fandoms con gente de todas las edades. No digo que la serie de los héroes de París no tenga de esto, si no que lo poco que he visto al respecto no me ha convencido.


Si tiene un futuro tan brillante por delante por algo será, ¿no?

Sin saberlo estaba a la caza de algún producto europeo que pudiera estar a la altura de la animación americana de los últimos años. Algo que conectara conmigo y me hiciera sentir y pensar cosas. De repente aparece una serie en Netflix que nadie sabe donde ha salido. En medio de una tormenta donde la gente estaba flipando por Arcane (aún la tengo pendiente) apareció una serie con diseños que parecían salidos de cómic europeo con un protagonista que parecía un chaval de la calle.

Con sólo ver los diseños ya piensas por donde va a tirar, al humor rancio de siempre, más teniendo un amigo imaginario armadillo que es perfecto para chistes, iba a por ella pensando que al menos me reiría. Pero para nada, te da patadas emocionales y mensajes cercanos que no paran hasta que te deja llorando en el suelo. 

Tenemos a un protagonista llamado Zero, un chaval en la treintena que no tiene demasiadas aspiraciones en la vida. Tenía un amor de la adolescencia llamado Alice que no salió demasiado bien ya que no era recíproco y su nerviosismo le impedía acercarse a ella causando situaciones donde no le puede contestar sus mensajes, coger sus llamadas o intercambiar más de dos palabras en persona debido a su ansiedad.

Zero es un chico creativo, algo cabezota y está siempre en las nubes. Se monta sus paranoias mentales y tiene concepciones de machito que la serie destruye y concluye en que son pensamientos sin fundamento que se basan en una masculinidad tóxica tradicional. Tenemos a Sarah, su mejor amiga de la infancia cuyo sueño es ser profesora pero trabaja en sitios no relacionados y da clases particulares para poder pagar su carrera. 

La serie muestra estereotipos y razonamientos rancios inculcados en la sociedad y cuenta como estos han afectado al protagonista de la serie debido a algunas concepciones absurdas que tiene.

Por último tenemos a Secco, amigo del prota también de la infancia y ambos son polos opuestos. Si una es preocupada y le gusta debatir, tiene amor por la educación y le gusta estudiar el otro es una persona totalmente pasota que sólo quiere helados y juega al póker por internet subsistiendo en base a eso. Y ni si quiera te lo presentan como un ejemplo positivo, todo lo contrario. Que pueda pagar la factura de la luz o el agua depende de las cartas que eche un desconocido en un juego online, es algo triste.

Desde el punto de vista de Zero la serie aprovecha para destruir algunas concepciones y estereotipos con los que nos podemos sentir identificados. Desde la idealización que tenemos por parte de profesores cuando sacamos buenas notas y posteriormente somos ninguneados cuando suspendemos culpabilizándonos con cosas del tipo "tú antes estudiabas más" o "qué ha pasado contigo, me has decepcionado" hasta el enchufismo que existe en el mercado laboral. La conclusión interesante que sacan del primer caso es que es liberador sentirse uno más y no vivir con una constante presión de cumplir expectativas.

En el caso del trabajo nos muestran como el protagonista es infeliz en todo lo que hace porque nada le llena así que hace como que echa currículums eternamente y no le llaman de ningún sitio, pero tampoco le haría feliz que lo hicieran. Lo que quería ser era dibujante. ¿Para qué trabajar si no vas a ser feliz? Para conseguir dinero, vale. Pero qué sentido tiene echar 8-10 horas al día de tu vida siendo infeliz. Pasas más tiempo quejándote de tu trabajo que disfrutando del ocio.

Es algo que me he replanteado varias veces, y esto ya me lo dijo una amiga, y tenía razón. No estoy contento con la concepción de trabajo que tenemos. No estoy contento con no poder vivir de lo que me gusta. Ni estoy contento de tener una constante presión por trabajar en cualquier sitio donde me van a tratar mal y sentirme útil en la sociedad por ello. ¿No tenemos otras opciones en esta vida?


La eterna frase de "estoy echando currículums" buscando trabajos en los que no vas a ser feliz.

Al igual que Zero me siento identificado con el perfil artístico. Me gusta editar vídeos, escribir, actuar... cosas que no puedo hacer porque otras ocupaciones de mi vida (incluyendo trabajo) me tienen agotado mentalmente y encima me siento culpable por tener días en los que no hago nada porque los necesito. Y ojo, con esto no quiero decir lo típico de "si te gusta no es un trabajo". 

Lo ideal es tener un equilibrio sano entre trabajo y vida personal donde puedas pasar tiempo con tus seres queridos, dedicar tiempo a tus hobbies o simplemente a una tarde de mantita, tirmas y Netflix. Por desgracia para poder subsistir con profesiones artísticas lo normal para el 90% de los casos es echar horas a tutiplén con la excusa de que es tu pasión y culparte de que tú querías esto. Y que por muchas horas que trabajes no vas a rendir más, si no al contrario. Si estás agotado no eres productivo, aunque te fuerces lo que haces normalmente en 2 horas si estás cansado tardas el doble o más.

La otra cara de la moneda es el caso de su crush, Alice. Siguió estudiando para evitar entrar en el mercado laboral ya que le gustaba estudiar y no tenía tan clara su motivación como profesora. Intentó irse a una ciudad grande para trabajar, que es lo que suelen decir que da éxito. Pero fracasó, no cumplió con las expectativas y volvió a su pueblo frustrada. Al final Zero empezó a dar clases particulares como Alice y su amiga Sarah. Creía que hacía algo muy honrado pero no se le daba nada bien.

Creó buena relación con algunos alumnos y vio como algunas cosas de sí mismo influenció a esos niños por ver una figura joven que podían ver como un hermano mayor. Pero seguía sin ser lo suyo y lo acabó dejando. Después consiguió trabajo de lo que quería, de dibujante y pudo mudarse a un piso propio para él sólo. Alice le dejó de gustar (mentira) y pasó página, antes de irse de la ciudad le llamó para hablar con él pero recobró el agobio que tenía y tardó en contestarle. Posteriormente ya no le mencionó nada al respecto de lo que quería contarle.


Abrazos que te quitan el aliento.

Alice llevaba años en una relación tóxica con un maltratador. Cortaban y volvían todo el rato. Ella siempre justificaba sus actos pero acababa llorando con sus amigos del asunto. Al final dejaron de tomarla en serio porque acabaron en un bucle y ella no quería salir de ahí. Como dicen en la serie, si no quiere ser ayudada poco más pueden hacer. Una noche de madrugada llamó a Zero para decirle que esta vez se había terminado de verdad y fue a su casa para consolarla.

Se abrazaron y Alice intentó besar a Zero pero éste se echó atrás. Seguro que más de uno ha pensado que era tonto, pero no, probablemente con una persona que no se encuentra bien mentalmente es normal pensar que te estás aprovechando de una situación delicada y es mejor evitarlo. Además, que seguía teniendo sentimientos por ella y pensaba que ella no sentía nada por él.

Esta escena tiene un transcurso muy humano y natural, hasta la salida de su cuerpo del espíritu de Zero pensando que no sabe lo que decir es bastante identificable, porque son situaciones complejas y difíciles que no sabemos sobrellevar. Durante la mayoría de la serie vemos que Zero, Secco y Sarah van de viaje a un sitio pero no sabemos cuál es. Todo esto mientras que el dibujante cuenta anécdotas de su vida e interactúa con el armadillo de su subconsciente con el que trata sus complejos y representa su ansiedad.

Cuando llegan al destino se reúnen con un par de ancianos y duermen en su casa. Secco y Zero duermen juntos en un cuarto, Alice en otro. Cuando Zero le menciona lo incómodo que es dormir ahí su amigo le dice "al menos no estás durmiendo en el cuarto de un muerto", tenemos un plano de la puerta en el que está escrito "Alice" y termina el penúltimo episodio. 


El viaje de tren más deprimente es sobrellevado en la serie con chistes sobre el aire acondicionado.

El error que cometemos muchos a la hora de tratar el suicidio de una persona es buscar una respuesta única y sencilla. Y la serie machaca con esto. Cuando vemos otra gente desde el exterior creemos que sus vidas son perfectas y que son felices por tener amigos, pareja y/o trabajo pero no nos hacemos ni idea de la de folios desordenados que puede tener cada uno debajo de su ser, y esto lo dice el propio Zero en un capítulo.

Nadie es simple, nadie se entiende a la perfección ni de forma sencilla. ¿Fue la relación abusiva, fue la imposibilidad de cumplir con expectativas de tener una vida plena y satisfactoria, fueron otras cosas? Y la serie responde a esto diciendo que ni lo entendemos ni lo vamos a entender, y tienen razón. Pueden ser razones muy complejas que ni esas mismas personas entienden. 

Cuando hablan de su juventud y de como fue su enchochamiento con ella, Sarah le dice que Alice hizo esfuerzos para acercarse a él porque le atraía. Tenemos una perspectiva totalmente diferente de la historia donde vemos como Zero no se ha dado cuenta o no se ha dejado llevar por sus propuestas debido a la ansiedad que sentía de estar cerca de ella. 

Se comienza a culpabilizar de su suicidio y empieza a hiperventilar. Le dan una torta y de repente todos los personajes tienen voces diferentes, Zero ha salido de su subconsciente y aprendemos cosas que él no sabía. Él estuvo con ella para apoyarla y hacerle sentir mejor, disfrutaron de muchos momentos juntos durante todos los años que se conocieron, no hizo nada malo ni fue responsable de su suicidio.

Y encima nos enteramos de que es lesbiana porque intentó tirarle caña antes de presentársela a Zero pero no le dio bola.

Ver esta serie ha sido algo casi terapéutico, claro que te deja mal cuerpo pero es muy satisfactorio ver una serie que rompe con estereotipos, que planta cara a nuestras tradiciones y que te entiende y te da un abrazo. Una serie para la generación que tiene que hacer malabares con los trabajos para poder vivir en un piso enano y estudiar. Una generación cuyos sentimientos y problemas psicológicos son ignorados a nivel social y sólo unos privilegiados nos podemos permitir tratarlos.

Una generación que está obligada a conformarse con lo que pilla sin rechistar porque "al menos tienes trabajo". Y trata el suicidio de forma natural, como una cosa más que pasa en la vida donde lo último que hay que hacer es buscar respuestas donde no las hay. Todo sin restarle importancia a la gravedad del asunto. Al final de la serie te dejan un número al que llamar si lo necesitas para tratarte.

La salud mental algún día será gratuita y accesible para todos porque todos estos complejos arrastrados, expectativas, ansiedad, nerviosismo acabarán explotando por algún lado y no se toma en serio hasta que es demasiado tarde. Por cuántas pandemias o gritos degradantes en el congreso de los diputados tenemos que pasar hasta que se comience a tomar en serio la salud mental y el bienestar personal.

Los profesionales son los primeros que te dicen que te olvides de lazos familiares, convencionalismos sociales y mitos para expresar libremente tus sentimientos. Y es algo tranquilizante. Mientras tanto podemos tener series que hablen abiertamente de estos temas para no sentirnos tan solos e incomprendidos, y quién sabe, a lo mejor alguna persona se anima a ir a terapia y todo tras verla.